El amor y la calle.
El pasado martes dos de mayo de 2023 en la ruta de calle con personas sin hogar, conocí a un hombre italiano que dormía junto a otro hombre marroquí por las calles de Sevilla.
L nos contó cómo había llegado a España y cómo había acabado en la calle en la conversación informal que mantuvimos mientras se le servía un café calentito. +
L era dueño de dos inmobiliarias en Roma.
L ha tenido una vida estable y con recursos económicos, sin embargo, todo eso no le sirvió para nada al fallecer su mujer.
La mujer de L tuvo un accidente en Roma que provocó su pérdida, en ese momento la vida de L perdió en rumbo y el sentido según expresa.
L lo dejó todo en Roma. Huyó de los recuerdos y de la ciudad que había visto la unión de él y de su mujer.
L quiso evadirse y mantenerse lejos de todo aquello arrojándose en la calle.
Actualmente está en Sevilla y según nos cuenta comenzaría a trabajar en un Restaurante Italiano con la aspiración de reconstruir aquí su vida.
Estas breves líneas van con la intención de derribar aquellos pensamientos reduccionistas que justifican que la situación del sinhogarismo es por voluntad propia o malos hábitos. Eso es incierto.
Los factores y situaciones que nos llevan a la situación de sin hogar son múltiples, cada vida y persona es un mundo. Invitaría a toda persona con esta forma de pensar a que dedicase 5 minutos de su vida a charlar con alguien que esté en la calle.